Después de 36 horas de haberse dado a conocer el cobarde ataque en contra de una fémina, a manos de quien fuera identificado como Arturo Antonio A. M. la fiscalía del estado de Quintana Roo, por fin hace unas horas hizo valer la justicia y detuvo al presunto feminicida cuando este intentaba darse a la fuga a la ciudad de Mérida Yucatán.

La Fiscalía de Quintana Roo detuvo a Arturo Antonio Aguirre Moreno, acusado de intento de feminicidio contra Melany Lomelí. El agresor intentaba salir rumbo a Mérida y fue detenido en el retén.
El redes sociales se viralizó la falta de profesionalismo y ganas de trabajar del fiscal del estado de Quintana Roo, Raciel López Salazar, quien prácticamente tuvo que ser exhortado por el diputado federal Sergio Mayer Breton –sí, el actor, músico y talentoso bailarín, pero también actual Secretario de la Comisión de Seguridad y Justicia de la Cámara de Diputados, quien “Curiosamente” tuvo que hacer lo que la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo debería haber hecho desde hace meses: visibilizar y denunciar la pasividad criminal con la que se está dejando a su suerte a una víctima de violencia en la Cancún, en donde un video grabado por las cámaras de seguridad, muestran imágenes crudas de la brutal paliza que sufrió en manos de Arturo Antonio.
Un personaje que es un mito o cuenta con alguna protección política, toda vez que logró que la institución encargada de procurar justicia para las mujeres, haya decidido mirar hacia otro lado, es decir encarpetan este alarmante caso en donde el agresor reincidente y señalado en al menos dos carpetas de investigación, con una orden de restricción judicial vigente, ya que se metió por la ventana, golpeó y abusó de una mujer, sin embargo la fiscalía del estado se hizo de la vista gorda.
Apesar de todo esto, el agresor había salido impune de todo delito, toda vez que la fiscalía refirió una y otra vez que todo eran solo rumores y chismes de vecindario, no catalogando las huellas de agresión y denuncias de una fémina, la ley es clara en Quintana Roo, toda la protección a la mujer, sin embargo esto, el propio fiscal del estado y su vicefiscalía de la zona norte, “SE LO PASARON POR EL ARCO DEL TRIUNFO”

Y es que hay un video grabado por cámaras de seguridad que documenta la salvaje agresión. ¿Qué más necesitaba la Fiscalía para actuar? ¿Un parte médico que diga “víctima fallecida”? ¿Una cruz blanca en la banqueta y un altar improvisado? la gobernadora del estado Mara Lezama, se está viendo muy mal, su gente de confianza colocadas en el estado, no están dando buenos resultados, lo poco que había logrado en el estado se está yendo en picada, y más aún hasta ahora ni la secretaria de gobierno cristina torres ha emitido algún comunicado ante esta alarmante situación, peor aún ni la presidenta municipal Ana Patricia Peralta, se ha referido al respeto
Porque en otros casos, donde hay presión política o intereses de por medio, la Fiscalía ha demostrado que cuando quiere, puede. Cuando conviene, actúa.
Lo vimos recientemente cuando, frente a señalamientos de supuesta violencia política de género contra Atenea Gómez Ricalde, la Fiscalía actuó con una celeridad envidiable, emitiendo medidas de protección para que ciertos medios de comunicación no la “molestaran”. Ahí sí hubo rapidez. Ahí sí se aplicó todo el peso de la ley, aunque fuera para acallar la crítica.
Entonces, no es que la Fiscalía no pueda. Es que no quiere. No quiere proteger a las mujeres comunes, a las víctimas que no tienen cargo público, a las que no tienen reflectores. No quiere incomodar al agresor cuando no hay cámaras encima. Y esa es la verdadera tragedia. No se trata solo de criticar por deporte. Se trata de exigir que el aparato de justicia cumpla su función más básica: proteger la vida.
¿Dónde quedó el discurso de justicia con perspectiva de género? ¿Dónde están las unidades especializadas para atención a víctimas? ¿Para qué sirve una orden de restricción si el Estado no la puede hacer valer? ¿Para qué se invierten recursos en fiscalías especializadas si, a la hora de la verdad, lo único especializado es el silencio?
En un estado gobernado por una mujer como Mara Lezama, que ha construido su narrativa sobre el compromiso social, cuesta trabajo entender cómo se permite que la Fiscalía siga cruzada de brazos. Una administración que ha dicho abanderar la causa de las mujeres no puede ignorar un caso tan evidente, tan doloroso y tan desatendido. Si no se enteraron, este es el momento. Si ya lo sabían, entonces es todavía peor. No se puede seguir permitiendo que las denuncias se acumulen en los escritorios, que las víctimas sigan expuestas, que la Fiscalía se lave las manos mientras el agresor se ríe de todos.
Si el diputado federal tuvo que hacer público un caso tan crudo no es por protagonismo. Es porque ya nadie más escuchó. Porque el sistema se cerró. Porque la justicia, en Quintana Roo, parece tener un filtro político. Si hay presión, actúa. Si hay silencio, se duerme. Y esa selectividad es criminal. Si algo le pasa a esa mujer, la sangre no solo estará en las manos del agresor. Estará también en el escritorio del fiscal. En su cobardía institucional. En su pasividad sistemática. En su decisión de no proteger cuando más se necesita.
Y eso, señora gobernadora, no se puede permitir. No con su historia, no con su causa, no con el compromiso que ha prometido. Porque si la justicia solo sirve para blindar a funcionarios públicos que se molestan con los medios, pero no para salvar a mujeres que gritan por ayuda, entonces no es justicia. Es complicidad.
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