KANTUNILKIN LÁZARO CÁRDENAS Y SU DESESPERANZA SUSPENDIDO EN EL TIEMPO.

Los visitantes traspasan un arco pintado en color crema riguroso y sus vivos en  sepia, junto a una palapa cuyo techo ha sido arrancado por el viento, y  el verde de su vegetación, entre la que se sumergen casas y tiendas de paredes pintarrejeadas, acompañan a los paseantes que desafían sus caminos y se adentran en Kantunilkin Lázaro Cárdenas,  esta comunidad de poco mas de poco mas de 12 mil habitantes según datos del Inegi en el 2018 y cuyo desarrollo no aparece por ningún lado pero que ofrece  mucho de la calidez de su gente.

(Abimael Chigo Temích) Dos patrullas que deambulan sin rumbo por las serpenteantes avenidas de este pueblo,  con cinco tripulantes vestidos de azul  y de panza pronunciada , en cuyo centro saluda una tienda de conveniencia, frente a una dependencia de Gobierno y un parque que sirve de andador  para llegar al Palacio Municipal.


Llovía en sábado a las 15:00 horas, los cuatro caminaron unas calles y un grupo de alumnos en el edificio de la Confederación Revolucionaria Obrera y Campesina aplicaban una evaluación del programa del Instituto Estatal para la Educación de los Adultos.


En torno a la casa de la cultura, la muchedumbre se arremolinó para guarecerse de la lluvia, en tanto esta pasó, elegantes jóvenes ataviadas con pulcritud presumieron sus móviles para hacerse fotos… con triciclos y personas deambulando sus calles a sus espaldas.

“Cobran 25 pesos en el primer cuadro de Kantunilkin” dijo un hombre en tanto apuntaba con el índice a los mototaxis aparcado bajo un enorme árbol al que llaman de hule, “porque soportó ya varios huracanes incluso el Gilberto que lo dobló mas no lo quebró” relata nuestro personaje.


En Kantunilkin no hay empleo, no hay empresas ni  fábricas y el mejor trabajo "señala el entrevistado y añade "pues es trabajar en el ayuntamiento, allí el  empleado de medio nivel anda ganando sus 2500 o de plano se marcha a Holbox en Hotelería”, la lluvia había cesado, la gente arremolinada en la casa de cultura se dispersó, los visitantes tomaron sus alimentos, de vuelta se extraviaron  y debieron retornar otra vez a un punto en el que tomaron el atajo correcto, Kantunilkin saluda desde un punto suspendido en el tiempo… así con los brazos abiertos…!!!

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