El riesgo de contagio por Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) es latente al interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, No existe separación de internos que le padecen, tampoco hay insumos para su atención ni personal médico especializado, afirmó el gestor ciudadano Alejandro Baudilio Cruz.
Además, la falta de psicólogo genera la reincidencia delictiva, pues de cada 10 internos que obtuvieron el beneficio de la libertad anticipada, hasta seis continúan en actividades delictivas, aunque no todos ingresan de nuevo a la cárcel.
El Cereso de Chetumal tiene capacidad para mil 200 internos y actualmente aloja a mil 176. Por disposiciones de la normatividad penitenciaria, los reclusos por delitos federales y comunes deben estar separados, al igual que aquellos que padecen enfermedades degenerativas o terminales.
El gestor ciudadano indicó que tal determinación no aplica en el Cereso de Chetumal, donde el argumento es la falta de recursos.
Expuso existen 20 internos que padecen VIH y no tienen acceso a tratamiento y su salud va en detrimento.
Al convivir con sus compañeros, el riesgo de contagio es elevado, porque habitan en “el patio”.
Y es que existe hasta contacto sexual, sin la prevención o protección mínima, aseguró Baudilio Cruz.
“Dotamos de preservativos, pero no existe la cultura preventiva, se debe a la falta de personal médico que le fomente… No hay separación de internos”, destacó.
En torno a la reincidencia delictiva, consideró que se debe a la inexistencia de un psicólogo que prepare a los internos que recuperarán su libertad, pues al salir del penal se sufre un impacto mental severo, que no todos puede asimilar.
Redacción; Herlindo Vázquez
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