Si bien los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) con corte a junio de 2018, señalan que el primer semestre de 2018 se convirtió en el más violento en lo que va del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.
Lajicaradelsabio.- De enero a junio de este año se registraron 13 mil 738 asesinatos. Esta cifra significó que, en promedio, se cometieron 76.32 homicidios diarios en el país. Datos que de acuerdo al Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), confirman un país que va de mal en peor en seguridad. De hecho, no existe el registro de un año más violento en la historia y 2018, por lo que adelantan las cifras, será peor.
Por lo que es importante que las autoridades en Quintana Roo, deberán pensar en alternativas para lograr una “seguridad ciudadana”.
Ante un panorama grave en lo que a violencia e inseguridad vive el país, y en especial y de manera dramática algunas regiones y entidades federativas de la República, es indispensable una estrategia integral de seguridad ciudadana.
Y para Quintana Roo es urgente, ya que en la actualidad vive una crisis de inseguridad, la estrategia adoptada hasta ahora ha tenido resultados altamente insatisfactorios y, en general, hay una tendencia al alza en la incidencia delictiva, salvo ligeras disminuciones en algunos meses que no marcan tendencia.
Ya que es grave pasar de una estrategia basada en un enfoque represivo a otra donde se pretenda que con anuncios de programas sociales y amnistía se va a resolver el problema de la violencia y la criminalidad.
Porque las cifras oficiales tienen cuentas alegres y nada más.
Dicho de otra manera, en Quintana Roo, la desconfianza ciudadana, la inseguridad, la corrupción y la impunidad han aumentado por diferentes razones: la falta de una visión sistémica e integral de seguridad y justicia que abarque desde la prevención del delito, hasta la reinserción del sentenciado. La falta de mecanismos eficientes de conexión e interrelación entre instituciones. El uso irracional del derecho penal como bastión para terminar con el fenómeno, así como la inadecuada e ineficaz implementación de políticas públicas.
Hoy el titular de la Secretaria Estatal de Seguridad Pública, Rodolfo del Ángel Campos, debe aceptar que los problemas de violencia en el estado surgen de diferentes factores y todos tienen que atenderse, iniciando con la aceptación de que los grupos criminales empoderados, se han hecho dueños de municipios, donde han sometido a autoridades y población, porque hasta el momento con la indiferencia mostrada no se va a aminorar la inseguridad, se requiere, de igual manera, acciones de fuerza pública, modificaciones a la legislación penal, inteligencia, aplicación de la ley y recuperación del control territorial por parte del Estado.
Y para esto es importante que las instituciones de Seguridad Pública y Procuración de Justicia en Quintana Roo, fortalezcan sus esquemas de rendición de cuentas y transparencia, con el objetivo de que la ciudadanía se vuelva observador. Fortalecer las capacidades teóricas y técnicas de estas instituciones para disminuir los errores o actos negligentes que pongan en riesgo la ejecución del trabajo. Implementar consejos o auditorias ciudadanos que puedan vigilar y medir la calidad en el funcionamiento de los sistemas de seguridad y procuración de justicia. Porque hasta ahora todo el acento de los funcionarios de seguridad se basa en políticas de pacificación, pero sin profundizar en otros aspectos igual de importantes.
Acciones que sólo con una estrategia integral de seguridad ciudadana se podría avanzar, para recuperar la tranquilidad y la armonía social. Lo cual dejaron sentir en días atrás empresarios ubicados en la zona norte del Estado, que señalaron que al gobernador de Quintana Roo le ha faltado voluntad para acabar con la problemática que afecta cada vez más al Caribe mexicano, luego de los últimos hechos sangrientos ocurridos en Cancún. Por el bien de los que habitan Quintana Roo ojala que haya la voluntad y la decisión de hacerlo.
(Juan Sosa)
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