Acusan de corrupción al Juez Penal, al dueño del Maharajá y su abogada;

Una mujer está en prisión por la corrupción que se arrastra desde la Fiscalía General del Estado y Juzgado Penal de Primera Instancia en Cozumel.


- Su esposo desesperado relata na pesadilla que ha vivido su esposa antes y después de que fuera detenida.

 

- Hace un llamado al Gobernador, Carlos Joaquín para que intervenga en el caso.

 

LA HISTORIA.

 

Maria Timotea Guillen Prieto fue arrestada el 7 de enero de 2017, por orden del Juez Miguel Angel Tuyú Martín quien dictó auto de formal prisión el 15 de enero de 2017.

 

El problema comenzó porque el Maharajá S.A. De C.V. despidió injustificadamente a Mari, incluso la tuvieron secuestrada en la empresa para que firmara la renuncia y como ella no aceptó, le dijeron que saldría de ahí sólo si le daba 50 mil pesos, que según ellos correspondía a su liquidación, y María les dijo que ella no tenía dinero, entonces le llamaron a su esposo y él entregó la factura de la camioneta para que dejaran libre a Mari.

 

Incluso ella estuvo con medicamentos y atención médica por el shock.

Posteriormente se presentó la demanda laboral por despido injustificado, donde ellos le ofrecieron nuevamente el trabajo, que no existía problema alguno con Mari, lógicamente no acepto.

 

Al poco tiempo la empresa presentó una denuncia por robo crearon un faltante de casi 400,000 en dos años, culpando a Mari de dicho faltante, para que la demanda fuera admitida presentaron pruebas falsas y testigos falsos, que son trabajadores amenazados por ellos.

 

Por otro lado no omito manifestar que a todas luces se ve la mano negra del juez, puesto que de un día para otro ya tenía lista la orden de aprehensión.

Además emitió la orden con fundamento en otro juicio ya que justifica la emisión de la orden de aprehensión en un robo de joyas que se cometió a la joyería Diamonds International, que nada tiene que ver con el asunto de Mari, ya que Maharajá S. A. de C.V. Vende verduras, con eso se demuestra la mala fe y el corrupción del Juez.

 

Del mismo modo el Juez no debió obsequiar un auto de formal prisión puesto que en el extremo (contando las pruebas falsas) el delito denunciado no se configura, ya que la empresa no demuestra la existencia del dinero, tampoco la falta posterior, incluso no hay apoderamiento por parte de Mari y en el extremo no existe enriquecimiento. En su lugar sería abuso de confianza, mismo que ya prescribió.

 

Es decir a sabiendas de que Mari es inocente (quedó asentado desde su declaración ministerial) la tiene en los separos de la cárcel de Cozumel.

 

 

La pregunta sería cuanto le costó a Maharajá que el Juez olvidara los principios esenciales del derecho, como lo es tipificación del delito de robo y emitiera orden de aprehensión y auto de formal prisión careciendo de fundamentación y motivación, que es un requisito esencial para emitir un acto de autoridad. (ZONA ROJA COZUMEL)

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